Microrrelatos II
¡Sorpresa! He vuelto, y con una entrada que me hace especial ilusión, porque es una entrada con microrrelatos propios. Es una continuación de lo que puse en la anterior entrada (que podéis leer aquí ), porque he recobrado las ganas de escribir y la confianza en lo que escribo, así que por qué no subir algo. Esto lo escribí hace mucho, en octubre, pero no pasa nada, porque tengo otros proyectos en mente y una corrección que terminar, así que... I. La banshee se desgañitaba día tras día, sin descanso. Para escapar de sus horribles chillidos, todos acababan marchándose de la mansión de los O’Gradys, dejando a la banshee sola, desamparada, condenada a pasearse por los fríos bosques de Irlanda por toda la eternidad. Hasta que una persona se acercó a ella. El pequeño Aodhan O’Grady, tapones en los oídos, se arrodilló ante la banshee que, estupefacta, dejó de chillar. ―¿Por qué gritas? ―El niño se quitó los tapones―. Hace muchos años que no muere nadie por aquí, no deberías gr...